lunes, 18 de octubre de 2010

No es un gesto inocente



Éste es el gesto que se les pasa por la cabeza a muchos peruanos después de las elecciones del 3 de octubre.
Vayamos por partes: así lucían todas las manitas peruanas después de meter sus papeletas en las urnas (aquí se llaman ánforas) porque no vale con el DNI, la firmita y ya está, no, aquí con huella y todo.





En Perú el voto es obligatorio, de ahí que los colegios lucieran ese día unas interminables colazas. Y las puertas se cerraban a las 4 de la tarde, con lo que a esa hora la aglomeración era todavía  mayor.                                                         Cuando votan les ponen unas pegatinas en el DNI que luego tienen que mostrar para que les dejen hacer muchas gestiones con la administración.      Las personas enfermas y mayores no son multadas si no van a votar y, en todo caso, se supone que los ancianos (adultos mayores, se les denomina aquí) tienen prioridad en la cola de votación, pero en el colegio al que me dejaron entrar, todos eran mayores, así que se tragaron su hora de cola igual.




 Como el voto es obligatorio la ley peruana dice que el día de las elecciones tampoco se puede ir por ahí reteniendo a la gente tan alegremente. Debe ser que, como en el caso de las armas que expliqué en el post anterior, el resto de los días detienen a diestro y siniestro con toda tranquilidad.               La normativa, al igual que en España, prohibe la propaganda electoral un día antes de los comicios, pero teníais que ver cómo iba la prensa. Aquí hay multitud de periódicos amarillos y sus portadas no eran propaganda, eran un auténtico ataque a la inteligencia


Ésta otra foto la tomé a las puertas de otro colegio electoral al que a mí no me dejaron pasar. Lo grave no es que no me dejaran pasar a mí, lo grave es que todos estos niños que se agarran a la reja fueron "abandonados" a las puertas de los colegios por sus padres y madres. El personal de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) simplemente no dejaba pasar a los niños mayores de 5 años. Claro, ¡no vaya a ser que aprendan desde chiquitos en qué consiste esto de votar!
Tal y como han ido estas elecciones, lo de la ONPE y los niños es "pecata minuta".


En Perú las campañas electorales se viven con pasión. Las calles lucían estos cartelones por todos lados, apretados.





Aquí los candidatos "tiran" mucho y las alianzas pueden cambiar, según las necesidades. Los nombres de los partidos también se van adaptando. Mi favorito, sin duda, en cuanto a títulos, es un partido político de la zona de El Callao que se denomina "Chimpum Callao".
No tengo fotos del Chimpum, así que pongo una foto de una casa en la que apoyan a la candidata de Fuerza Social (izquierda), Susana Villarán.
¿Os imagináis que en Albacete alguien ponen en su balcón "Carmen"? Bueno, por ahora, y hasta donde yo sé, valdría para las 2 "cármenes"



Pero al grano, porque la clave de todas estas elecciones es que la alcaldía de Lima (más de 2 semanas después) todavía está en el aire. Resulta que 31.000 votos separan a la candidata de la derecha de la que va en cabeza, la de izquierda, y resulta también que aquí se pueden "observar" las actas de las votaciones. Casualmente hace un mes y medio que se aprobó un nuevo reglamento de estas actas observadas y -sorpresa- impugnar cada una de estas actas cuesta 50 soles. Echen cuentas porque hay 8384 actas observadas (un 26% del total) y 1.600.000 votos en juego.
Aquí los programas de humor ponen a las dos candidatas viejitas esperando los resultados. Creen que para Navidad se sabrá. Por eso he dicho antes que lo de la ONPE y los niños eran minucias.
En fin, que ahora entendéis lo del "dedito", que vuelvo a poner.

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