lunes, 1 de noviembre de 2010

Todos los Santos

En Perú también se celebra la festividad de Todos los Santos. Aquí están las fotos de mi vista al cementerio de Carabayllo.



En Lima los cementerios han crecido, como los barrios, por los cerros y a base de invasiones, así que la distribución del camposanto es tan caótica como la de la ciudad.









De hecho, cada uno va construyendo sus nichos donde puede. Me explican que aquí se paga una tasa por el entierro y después nada más. Tu pedazo de suelo es tuyo y, a partir de ahí, lo que las leyes de la gravedad aguanten.











Ahora, no se puede decir que la celebración es exactamente como en España. En lo básico sí: hay flores y mucha gente; en lo demás, la visita al cementerio se convierte en toda una fiesta. Nada de que los niños tengan miedo a la muerte, los ponen a jugar entre tumbas desde bien pequeños.





                                                                                                                                                                                                                                                                                                      Pero no todo es fiesta porque muchos niños aprovechan la celebración para sacarse sus dineritos. Aquí se ve a un grupo de ellos con las escobas. Al módico precio de diez céntimos de sol barrían la tumba del ser querido. También estaban los que pintaban o los que te repartían agua; además de los que vendían todo tipo de comidas y bebidas.
Otros niños y niñas se dedicaban a custodiar estos curiosos servicios hechos, por supuesto, para la ocasión y sobre letrinas. En fin, que si Aurora Zárate (concejala de cementerios del ayuntamiento de Albacete) se diera una vuelta por aquí dejaba esto hecho una gloria (nunca mejor dicho) con unos cuantos cientos de soles.

Pocos se saltan la visita al cementerio; unos por el simple hecho de recordar a los familiares fallecidos y otros porque tienen miedo a ciertas creencias que recomiendan estar a bien con los muertos, por si acaso.
Los agasajos varios pueden incluir música (con una orquesta que toca las piezas favoritas del muerto) o las comidas y bebidas preferidas del finado o finada.





Las familias pasan gran parte del día en el cementerio y allí comparten comida, bebida y muchas horas de conversación.


Nosotros también hemos hecho lo propio. Nos hemos encontrado con la mitad de la familia y hemos brindado a la salud de los abuelos. En esta foto se ve a mi familia de acogida en plena celebración.


3 comentarios:

  1. Este texto nos recuerda "la ciudad de los muertos" en el Cairo. Allí vivía toda una población de "sin techo". Es muy curiosa la conivencia entre los vovos y los muertos.

    Besetes. Andrés y Pepa

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  2. Un saludo para toda la familia.Ana

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  3. Hola, chata. Qué de maravilla te leo porque lo que es verte, no sales nunca en las fotos. Anda, hazte una aunque sea de refilón.

    Juanjo

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